Abstract
A orillas del gran Rio de la Magdalena como solían llamarle los cronistas de indias, se presencia una amplia variedad en ritmos folclóricos que evidencia lo que Fals Borda llamaba una cultura anfibia, producto de su relación con la naturaleza que los rodea. El son de pajarito hace parte del grupo de bailes cantados del Caribe colombiano, y que especialmente caracteriza a este tipo de poblaciones junto con el son de negro, el Bullerengue, el chandé, el lumbalú entre otros. La presencia de las relaciones interetnicas, se palpa en la instrumentalización de estos ritmos folcloricos, el llamador, la caja, el t ambor (macho y hembra), l a guacharaca y las maracas, hacen parte del grupo de instrumentos de los bailes cantado, y de vital importancia el cantador (ora). Esta practica musical ha sido por décadas, una tradición del municipio de Salamina Magdalena, que emergió de pescadores y agricultores que araban la tierraDownloads
Download data is not yet available.