Resumen
La presente investigación tuvo como objetivo establecer la influencia de la participación de los padres en el rendimiento académico de los estudiantes de educación general básica. La metodología responde a un enfoque cuantitativo, con un diseño no experimental-transversal y una investigación de tipo descriptivo-correlacional. La muestra fue no probabilística por conveniencia; los datos se recopilaron mediante una encuesta a los padres de familia y un test a los estudiantes; para el análisis se utilizó el coeficiente de correlación Spearman y Pearson. Se presentó un nivel medio de participación de los padres en el rendimiento académico de los estudiantes con una tendencia media-alta. Asimismo, se determinó que los estudiantes tienen un bajo rendimiento académico, equivalente a próximo a alcanzar los aprendizajes requeridos (PAAR), según la escala del MINEDUC. También, se obtuvo una correlación positiva muy débil de 10,10%, pero hay una mayor significancia estadísticamente al analizar individualmente cada una de las dimensiones de la participación. Por ello, se concluye que la participación de los padres sí influye en el rendimiento académico de los estudiantes, pero en ciertos aspectos, puesto que existen otros factores que se suman a la participación siendo determinantes para que el estudiante alcance un óptimo rendimiento.
Palabras clave
Introducción
La participación de los padres es de vital importancia dentro de la escolarización de los estudiantes, debido a que estos adquieren mayor seguridad e interés en el desarrollo del proceso enseñanza y aprendizaje. De tal modo que la responsabilidad de los padres obedece a una responsabilidad compartida con el sistema educativo, que en la realidad no se concreta a cabalidad ya que este vínculo de formación se va debilitando cada vez más porque los padres van por un lado y la institución educativa por otro. Es así como se desorienta “la alianza familia-escuela, basada en una responsabilidad compartida, que incide de manera notable en el rendimiento académico de los estudiantes” (Torrego, 2019, p. 6).
En realidad, como padres son los principales mediadores que generan compromiso y responsabilidad, ya que es la primera institución que educa y promueve valores durante todas las etapas de los estudiantes. Esto lo reflejan en su trabajo de padres en donde “se forjan habilidades, destrezas, lazos de relaciones interpersonales, se activa la comunicación, se asimilan conocimientos y aprendizajes significativos, que constituyen la carta de navegación del niño al ingresar a la escuela” (Lastre et al., 2018, p. 4). En tal sentido, el rol que ejercen es fundamental al estar presentes y brindarles el tiempo necesario en todas las actividades que faciliten el desarrollo de su autonomía en sus acciones y responsabilidad ante los estudios.
De acuerdo con los resultados de las pruebas del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA), se resalta que: En la vida de los niños pocas relaciones serán tan significativas y duraderas como las que tienen con sus padres que los crían. La naturaleza y magnitud del apoyo familiar y comunitario es distinto entre países; pero las familias (ya sean pequeñas, nucleares o extendidas) son de manera invariable, la primera unidad social en las que los niños aprenden y se desarrollan. Por eso, es importante subrayar que una buena crianza puede adoptar distintas formas y verse definida por diversas fuerzas sociales y culturales, pero siempre implica ofrecer a los niños apoyo, cuidado, amor, consejo y protección para sentar las bases de un desarrollo físico, mental y social saludable. (Instituto Nacional de Evaluación Educativa [INEVAL], 2018, p. 118)
En consecuencia, el rendimiento que los estudiantes alcanzan no es únicamente producto de la influencia de los docentes y su contexto, sino que también depende de la participación de los padres; factor que resulta cada vez más deficiente, presentándose como uno de los mayores desafíos que enfrentan muchos centros educativos. Por ello, para que la educación sea de calidad se requiere que los padres estén constantemente motivando a sus hijos con respecto a los estudios, pues ello es necesario para que el estudiante confíe en sí mismo y sea protagonista de sus logros, además facilita el desenvolvimiento ante las contradicciones producidas por el entorno social; de tal modo que la educación permite al alumno(a) descubrir lo mejor de sí, donde
Al parecer existe una estrecha relación entre la participación de los padres y el rendimiento académico de los educandos, además los lazos entre padres e hijos contribuyen a una creciente motivación y al desarrollo de las habilidades de alfabetización temprana de los individuos, especialmente en educación primaria y secundaria (Tárraga et al., 2017). Cabe recalcar que este tema ha sido estudiado, tanto a nivel nacional e internacional, puesto que todavía existe preocupación con respecto al rol de los padres y lo que significa una participación válida en la formación de los estudiantes. Además, es importante tener en cuenta que los educadores, los padres de familia y la comunidad educativa pueden tener diferentes opiniones sobre las prácticas efectivas de participación y las formas en que cada uno puede contribuir al proceso educativo (Đurišić y Bunijevac, 2017); pero sus opiniones deben tener una misma dirección que ayude al desarrollo y progreso del desempeño académico de los estudiantes.
Esta relación (participación - rendimiento académico) requiere mayor atención para que se establezca un adecuado involucramiento de los padres. De este modo, la participación de los padres constituye un elemento esencial en el rendimiento académico de los discentes (Ventocilla, 2019). Por ello, es conveniente recalcar que la buena actitud de los padres permite que el estudiante desarrolle su participación en la clase, autoestima, relación con sus compañeros, hábitos de trabajo y toma de decisiones, además puede evitar el fracaso escolar y comportamientos hostiles que atentan contra el éxito de la educación en los salones de clase. Esto puede materializarse en los mensajes que transmiten, en la creación de buenos ambientes de estudio, en normas establecidas en casa, en la relación con la escuela y los profesores, en el cultivo de autonomía de sus hijos, y en el nivel de control que ejercen sobre el tiempo libre de sus hijos. Sin embargo, el valor que los padres atribuyen al aprendizaje también puede reflejarse en sus rutinas diarias. Esto puede ser un ejemplo positivo para sus hijos mostrando, por ejemplo, sensibilidad hacia la lectura, el aprecio por la cultura y la búsqueda de oportunidades para el aprendizaje informal y la adquisición de conocimientos generales. (Del Prado et al., 2020, p. 122)
En cierto modo, muchas veces los padres se consideran inexpertos en las tareas escolares de sus hijos, asimismo no participan porque no se sienten parte de la comunidad educativa, ya que el desconocimiento y los obstáculos laborales impiden colaborar en las actividades escolares de los hijos, aunque también hay el caso que los padres tienen todo el tiempo, pero no se acercan a los centros educativos (González, 2014). Por tanto, el apoyo que deben brindar los padres en el rendimiento académico implica ser guías y asesores en las tareas generando un clima de confianza, afecto y seguridad en los niños y niñas, pero no deben hacer el trabajo que les corresponde a los discentes (Ministerio de Educación del Ecuador [MINEDUC], 2020).
Modelos de participación de los padres
Đurišić y Bunijevac (2017) señalan que existen seis modelos que describen cómo los padres pueden desarrollar su participación dentro del proceso educativo, teniendo en cuenta los tres contextos: hogar, institución y comunidad para la organización de las actividades siendo una vía de interacción entre padres, docentes y estudiantes, como señala el modelo Epstein; dichos modelos son:
Crianza
Los centros educativos ayudan a los padres con la información sobre cómo involucrarse y promueven en el hogar un ambiente de aprendizaje y apoyo. Además, la crianza incluye la salud, seguridad, disciplina, servicios comunitarios, entre otros. A fin de que motive al estudiante a una mejor disciplina, asistencia a la escuela y aprovechamiento académico.
Comunicación
Los centros escolares deben crear suficientes canales de comunicación, con el propósito de compartir información que estimule las relaciones entre los estudiantes y padres o padres e institución. Es decir, que los padres deben comunicarse con el establecimiento educativo desde los primeros inicios de clases, sea a través de las reuniones periódicas con los maestros, conversaciones telefónicas y mensajes o en la entrega de calificaciones del estudiante.
Trabajar como voluntario
Los directores o administradores de los establecimientos educativos deben adoptar formas en que involucren a los padres a ser voluntarios, participar en actividades y eventos escolares, ya que los padres también tienen el rol de apoyar a la escuela en beneficio de sus hijos para que estos desarrollen un buen aprendizaje. Además, pueden ser voluntarios al asistir a la clase de sus hijos, participar en el trabajo comunitario escolar y unirse a los estudiantes durante las actividades deportivas.
Aprendiendo en casa
El hogar es la primera escuela para los estudiantes, donde la participación está más marcada durante el ciclo de desarrollo. Por tanto, las escuelas deben involucrar activamente a los hogares en las actividades de aprendizaje enviando a casa actividades semejantes a las que se enseñan en el salón de clases. Esto con el fin de que los padres entiendan y conozcan el currículo escolar que se está trabajando en el grado escolar de su hijo, con el propósito de alcanzar los objetivos educativos y mejorar los resultados.
Toma de decisiones
Los centros educativos deben involucrar a los padres en la gestión administrativa como integrantes de la junta escolar y otras comisiones de trabajo, con la finalidad de garantizar a padres y representantes de la comunidad educativa un espacio de participación para tomar decisiones orientadas a un mejor funcionamiento de la institución.
Colaboración en la comunidads
Los padres forman parte activa de la dinámica institucional, por eso tienen un compromiso más: apoyar y colaborar con la educación de sus hijos. Esto incluye que estén pendientes de los resultados académicos y sean capaces de relacionarse con la colectividad escolar.
Un estudio de Tárraga et al. (2017) sobre participación familiar en el hogar y logros académicos en educación primaria, se enfocó en la influencia de la participación familiar en el hogar y en el logro académico. Por ello, estuvo orientado a un estudio cuantitativo, observacional, correlacional y transversal. El muestreo que utilizó fue intencional y no probabilístico, los datos relativos a la participación familiar en el hogar se recopilaron mediante un cuestionario y el logro académico se midió a partir de las calificaciones escolares. Los resultados demostraron que la participación de las familias en el hogar es media-alta, ya que la media obtenida para esta variable es 38,31 de un máximo posible de 52. Así, se concluye que la participación hogar-familia, en su conjunto, parece no tener ningún impacto estadísticamente significativo en el rendimiento académico. Mientras que las variables estudiadas sobre el acceso a los recursos informales de aprendizaje y el empleo de los padres, de acuerdo con esta investigación, tiene un mayor impacto en los resultados académicos.
Otro estudio de Aliaga y Bardales (2018), sobre la participación de los padres en la escuela y rendimiento académico, con el objetivo de establecer la influencia de la participación de los padres en la escuela y el rendimiento académico de sus hijos, involucró una investigación de enfoque cuantitativo, con un diseño no experimental – transversal; el alcance de la investigación fue descriptivo y correlacional; la muestra estuvo integrada por 115 sujetos entre padres de familia y estudiantes. Para la recolección de la data se usó un cuestionario creado por las autoras y los reportes de notas sirvieron para analizar el desempeño académico. Se halló una correlación débil de (0,024). Ante esto y tomando como base de investigación las dimensiones del modelo de Epstein, se concluye que, a pesar de la baja significancia, existe una relación entre las variables de estudio, es decir, se demostró que la participación de los padres tiene un rol protagónico en el proceso de enseñanza - aprendizaje.
Planteamiento del problema
Dentro de este marco contextual la problemática está presente a nivel mundial, así lo reflejan varios estudios en el contexto de las escuelas municipales chilenas, mencionando que: La participación y compromiso de padres y madres de estudiantes se ha reducido en los últimos años, lo que desde la perspectiva de estos actores se atribuye fundamentalmente a la realidad familiar y en menor medida al desinterés de los padres por la educación de sus hijos, quedando así un número menor de apoderados que desarrolla un vínculo más estrecho y responsable con la escuela. (Román, como se citó en Sánchez et al., 2016, p. 351)
Igualmente, la presencia familiar comienza a aislarse desde los niveles de educación general básica (EGB) y se ha prolongado hasta el nivel de bachillerato; teniendo en cuenta los resultados de las pruebas PISA se señala que en Ecuador no es muy común que los padres o representantes intervengan como voluntarios en el colegio. Igualmente, un gran porcentaje de profesores declararon que los padres no les ayudaban en clase, ni brindaban apoyo al alumno en la realización de las tareas después de clase (INEVAL, 2019). Por ello, entre los colegios del país se perciben notorias diferencias con relación al involucramiento de los progenitores en la educación de sus hijos y en el seguimiento que dan a las actividades escolares.
En la institución educativa donde se realizó este estudio es evidente que esta problemática también está presente, ya que se ha observado la poca participación de los padres en las actividades escolares propuestas, como reuniones quimestrales, semestrales o entrega de notas; asimismo, en el momento de hacer la supervisión de tareas o materiales necesarios antes de las clases. La responsabilidad de la educación de niños y adolescentes se ha dejado totalmente en manos del docente; sin embargo, debido a la cantidad de estudiantes por aula no han podido cubrir esta necesidad, siendo una de las principales causas de la falta de compromiso de los educandos en el aprendizaje, que se refleja en un bajo rendimiento académico
Debido a dicha problemática, este estudio tuvo como propósito establecer la influencia de la participación de los padres en el rendimiento académico de los estudiantes. Además se propuso determinar el nivel de participación de los padres, diagnosticar el nivel de rendimiento académico de los estudiantes y luego correlacionar las variables antes presentadas.
Metodología
El trabajo se planteó desde un enfoque cuantitativo, que buscó medir, cuantificar y analizar estadísticamente las variables de estudio, puesto que la metodología cuantitativa “utiliza la recolección de datos para probar hipótesis con base en la medición numérica y el análisis estadístico, con el fin establecer pautas de comportamiento y probar teorías” (Hernández et al., 2014, p. 37).
Tipo de investigación
El alcance de la investigación fue de tipo correlacional - descriptivo, ya que los estudios correlacionales tienen como propósito medir el grado de relación e incidencia que existe entre dos o más categorías o variables de una muestra o caso específico. Mientras que las investigaciones de carácter descriptivo examinan las propiedades, las características y los perfiles de sujetos, grupos, comunidades, procesos, objetos o fenómeno que se sometan a un análisis (Hernández et al., 2014).
Diseño de la investigación
La investigación tiene un diseño transversal, el cual establece que la información se recolectó en un solo momento y el proceso se realizó en un determinado tiempo; también es no experimental en virtud de que no hubo manipulación de las variables de estudio, pues estos diseños simplemente buscan observar, medir o analizar fenómenos y variables tal como se presentan en su entorno natural (Hernández y Mendoza, 2018).
Población y muestra
Se trabajó con una población conformada por 1818 individuos, y una muestra de 248 sujetos divididos en 124 padres de familia y 124 estudiantes de EGB, correspondientes a tercero y cuarto grados del subnivel de educación básica elemental; quinto y sexto del subnivel de básica media. Se utilizó un muestreo no probabilístico por conveniencia, ya que la elección de las unidades por investigar responde a razones relacionadas con las características y contexto en que se desarrolla la investigación (Hernández y Mendoza, 2018).
Técnicas e instrumentos de recolección de datos
Para la recolección de datos se utilizó la técnica del test, que tuvo como finalidad medir el rendimiento académico de los estudiantes de EGB. Además, para la conformación del cuestionario se seleccionó algunas preguntas y ejercicios de las pruebas denominadas “Ser Estudiante”, del INEVAL dirigidas a identificar el dominio de los aprendizajes en las cuatro áreas básicas: Matemática, Lengua y Literatura, Ciencias Naturales y Estudios Sociales, que fueron valoradas de acuerdo con el alcance del currículo y los estándares de aprendizaje, teniendo en cuenta la escala de calificaciones del MINEDUC.
La información sobre la participación de los padresse obtuvo con una encuesta cuyo cuestionario fue tomado del antecedente de Aliaga y Bardales (2018), en el que se diseñó y adaptó según la condición del contexto de la Unidad Educativa, el cual estuvo compuesto por 20 preguntas agrupadas en cinco dimensiones con base en una escala de tipo Likert con cuatro opciones de respuesta desde Nunca (1) hasta Siempre (4), que se analizaron a través de una matriz. Los instrumentos fueron validados, desde el punto de vista técnico, por tres expertos en el tema y luego se aplicaron a padres y estudiantes.
Técnicas de análisis de datos
Para el procesamiento de los datos recolectados se hizo un análisis descriptivo e inferencial que sirvió para determinar el grado de influencia entre las variables (participación de los padres y rendimiento académico), tomando como referencia el coeficiente de relación r de Pearson, prueba estadística que permite analizar la relación entre dos variables medidas en un nivel por intervalos o de razón. Asimismo, se utilizó el coeficiente rho de Spearman, siendo una medida de correspondencia para variables en un rango de medición ordinal; los sujetos de la muestra pueden ordenarse por niveles (Hernández et al., 2014).
Resultados
A través de los resultados se evidenció que 57,06% de los padres alcanzan un nivel medio de participación; el nivel del rendimiento académico representa 54,67%. Este porcentaje evidencia que existe una relación entre las dos variables y por ello se insiste en la necesidad de mejorar el nivel de compromiso de padres y madres en el acompañamiento de sus hijos en los procesos educativos; pero el mayor reto radica en la capacidad de poder combinar este rol con otras responsabilidades fuera del hogar.
Por tanto, para medir su participación se desglosó a través de modelos que pretenden identificar cómo actúan desde otros puntos de vista, tanto en casa como en los establecimientos educativos en que estudian los hijos. La crianza alcanzó uno de los mayores porcentajes con respecto a los demás modelos, 57,60% de los padres se dedican más a los hijos desde el hogar brindándoles los recursos necesarios para las clases: revisando la realización de las tareas, estableciendo reglas y horarios, preocupados por generar las condiciones necesarias para su formación. También, el factor motivación resulta decisivo ya que cuando los padres animan y guían a sus hijos en la realización de las tareas, sobre todo la estimulación y el reconocimiento al esfuerzo, esto los anima para que sean responsables en los estudios y además ayuda a ganar en autonomía cuando los padres no pueden estar con ellos todo el tiempo.
El factor Aprendiendo en casa tuvo 56,97%, representando a los padres que en los hogares aplican las recomendaciones de los docentes con respecto a las tareas de los estudiantes y sobre los aprendizajes que estos van desarrollando con base en las situaciones que afrontan en el hogar. En comunicación, 56,88% representa a los padres que conversan con los docentes en cuanto al rendimiento académico al preguntar cómo les ha ido a los hijos en la escuela, si han tenido alguna dificultad y cómo actúan los docentes en el aula de clases.
Toma de decisiones tiene 56,32% de los padres que asisten a las reuniones citadas por docentes y son quienes dan sus opiniones a la institución educativa para su mejora. En cambio, en el factor Colaboración con la comunidad 54,29% asisten a las actividades programadas en el plantel educativo. En conclusión, se establece que la participación de los padres se sitúa en un nivel medio, con una mínima diferencia que expresa una preferencia en la participación desde casa (tabla 1).
Rango participantes | Cz | Co | Ap | TD | CC | Pa | RA | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Bajo | Media | 25,83 | 14,42 | 7,63 | 4,63 | 2,71 | 55,21 | 4,35 |
N | 24 | 24 | 24 | 24 | 24 | 24 | 24 | |
D.T. | 2,87 | 2,00 | 1,38 | 1,44 | 0,86 | 5,64 | 1,86 | |
%suma | 15,62 | 16,04 | 14,38 | 14,47 | 16,41 | 15,55 | 20,13 | |
Medio | Media | 32,66 | 17,53 | 10,04 | 6,17 | 3,07 | 69,47 | 4,05 |
N | 70 | 70 | 70 | 70 | 70 | 70 | 70 | |
D.T. | 2,06 | 1,84 | 1,50 | 1,35 | 0,94 | 3,65 | 1,68 | |
%suma | 57,60 | 56,88 | 56,97 | 56,32 | 54,29 | 57,06 | 54,67 | |
Alto | Media | 35,43 | 19,47 | 11,60 | 7,47 | 3,87 | 77,83 | 4,36 |
N | 30 | 30 | 30 | 30 | 30 | 30 | 30 | |
D.T. | 0,73 | 0,94 | 0,62 | 78 | 0,43 | 1,53 | 1,43 | |
%suma | 26,78 | 27,07 | 28,20 | 29,20 | 29,29 | 27,40 | 25,19 |
La media de las calificaciones registra 5,17/10 en Lengua y Literatura, con una desviación típica de 2,66, equivalente Próximo a alcanzar los aprendizajes requeridos (PAAR). Mientras que 4,60/10 en matemáticas y una desviación típica de 2,57 equivalente al mismo nivel (PAAR); asimismo el 3,66/10 en ciencias sociales y una desviación típica de 2,57 y el 3,31/10 en Ciencias Naturales y una desviación típica de 2,24 indican que en estas asignaturas NO se ha alcanzan los aprendizajes requeridos (NAAR). De igual manera, el promedio general del rendimiento académico es de 4,19 y su desviación típica con respecto a la media es 1,65 esto demuestra que los estudiantes están en proceso de alcanzar los aprendizajes requeridos. Con respecto a los resultados obtenidos eexiste un mayor rendimiento en las asignaturas Lengua y Literatura y Matemáticas, encontrándose cercanos a alcanzar los aprendizajes mínimos necesarios y un menor desempeño en Ciencias Sociales y Ciencias Naturales, donde no se han logrado los aprendizajes propuestos, en comparación con la escala cualitativa del MINEDUC; es decir, existe un nivel bajo de rendimiento académico, ya que en las cuatro asignaturas básicas se obtuvieron resultados que se sitúan por debajo de la media (tabla 2).
Áreas | (F) | Media | Desviación típica | Escala cualitativa |
---|---|---|---|---|
Matemáticas | 124 | 4,60 | 2,66 | PARA |
Lengua y Literatura | 124 | 5,17 | 2,57 | PARA |
Ciencias Naturales | 124 | 3,31 | 2,24 | NAAR |
Ciencias Sociales | 124 | 3,66 | 2,57 | NAAR |
Promedio | 124 | 4,19 | 1,65 | PARA |
Los resultados globales del desempeño académico muestran que 51,61% (64 estudiantes) no alcanzan los aprendizajes requeridos (NAAR), 45,16% (56 estudiantes) están próximos a alcanzar los aprendizajes requeridos (PAAR) y solo 3,23% (4 estudiantes) alcanzan los aprendizajes requeridos (AAR). Asimismo, los equivalentes por asignatura evidencian que los aprendizajes se encuentran en proceso de desarrollo, puesto que no alcanzan la media establecida (tabla 3). Por otro lado, son preocupantes los resultados del promedio general, ya que los estudiantes presentan deficiencias en los conocimientos adquiridos dentro del proceso de aprendizaje, de tal manera que se registra un bajo rendimiento académico ya que se sitúa por debajo de la media; lo que revela que los aprendizajes mínimos necesarios en estos niveles no se han logrado.
Rendimiento académico | Escala cualitativa | (F) | (%) |
---|---|---|---|
Matematicas | NAAR | 62 | 50,00 |
PAAR | 36 | 29,03 | |
AAR | 16 | 12,90 | |
DAR | 10 | 8,06 | |
Lengua y Literatura | NAAR | 49 | 39,52 |
PAAR | 24 | 19,35 | |
AAR. | 4 | 3,23 | |
DAR | 1 | 0,81 | |
Ciencias Naturales | NAAR | 95 | 76,61 |
PAAR | 24 | 19,35 | |
AAR | 4 | 3,23 | |
DAR | 1 | 0,81 | |
Ciencias Sociales | NAAR | 89 | 71,77 |
PAAR | 18 | 14,52 | |
AAR | 16 | 12,90 | |
DAR | 1 | 0,81 | |
Rendimiento general | Menor o igual a 4 (NAAR) | 64 | 51,61 |
4,01-6,99 (PAAR) | 56 | 45,16 | |
7,00-8,99 (AAR) | 4 | 3,23 |
En los resultados de la prueba Spearman se obtuvo una correlación directa y positiva (rho=0,101), lo que indica que, a menor participación de los padres, menor será el rendimiento académico; es decir, que la relación general entre las variables proporciona una correlación positiva muy débil. Sin embargo, aunque no se obtuvo una correspondencia estadísticamente significativa con un valor (p=0,263>0,05), esto no niega la influencia de la variable participación en la variable rendimiento académico (tabla 4).
PP | RA | ||
---|---|---|---|
Participación de los padres | Coeficiente de correlación* | 1,000 | 0,101 |
Sig. (bilateral) | 0,263 | ||
N | 124 | 124 | |
Rendimiento académico | Coeficiente de correlación* | 0,101 | 1,000 |
Sig. (bilateral) | 0,263 | ||
N | 124 | 124 |
Los resultados se consiguieron individualmente mediante el coeficiente de correlación Pearson, los cuales se desglosaron por dimensiones, donde la dimensión crianza presenta una correlación positiva muy fuerte (r=0,959) y el nivel de significancia (p=0,000≤0,001); asimismo, la dimensión comunicación tiene una correlación (r=0,831) y el nivel de significancia (p=0,000≤0,001), luego Aprendiendo en casa tiene una correlación (r=0,783) y el nivel de significancia (p=0,000≤0,001), es decir, presentan una correlación positiva considerable. Mientras que Toma de decisiones tiene una correlación (r=0,665) y el nivel de significancia (p=0,000 ≤0,001) y se sitúa en una correlación positiva media. En cambio, Colaboración en casa presenta una correlación positiva débil, debido a que su correlación (r=0,486) y el nivel de significancia (p=0,000 ≤0,001). Por tanto, se registra una correlación positiva con una significancia inferior a 0,01 e incluso es inferior a 0,05; cumpliéndose la relación entre las dimensiones y la variable Participación, de tal manera que se rechazó la hipótesis nula y se aceptó la hipótesis alternativa (tabla 5).
Dimensiones de participación | PP | |
---|---|---|
Crianza | Coeficiente de Pearson* | 0,909** |
Sig. (bilateral) | 0,000 | |
N | 124 | |
Comunicación | Coeficiente de Pearson* | 0,803** |
Sig. (bilateral) | 0,000 | |
N | 124 | |
Aprendiendo en casa | Coeficiente de Pearson* | 0,783** |
Sig. (bilateral) | 0,000 | |
N | 124 | |
Toma de decisiones | Coeficiente de Pearson* | 0,665** |
Sig. (bilateral) | 0,000 | |
N | 124 | |
Colaboración con la comunidad | Coeficiente de Pearson* | 0,486** |
Sig. (bilateral) | 0,000 | |
N | 124 |
En la asignatura Matemáticas se obtuvo una correlación positiva media (r=0,719) y el nivel de significancia (p=0,000≤0,001), asimismo en Lengua y Literatura se presentó una correlación positiva media (r=0,690) con una significancia (p=0,000≤0,001); en la asignatura Ciencias Naturales se registró una correlación positiva media (r=0,677) y el nivel de significancia (p=0,000≤0,001); finalmente, en la asignatura Ciencias Sociales la correlación fue positiva media (r=0,546) y el nivel de significancia (p=0,000≤0,001). De este modo, se descarta la hipótesis nula y se valida la hipótesis alternativa manifestando que existe correspondencia entre el promedio por asignaturas y el promedio general de los alumnos (tabla 6).
Dimensiones de participación | RA | |
---|---|---|
Matemáticas | Coeficiente de Pearson* | 0,719** |
Sig. (bilateral) | 0,000 | |
N | 124 | |
Lengua y Literatura | Coeficiente de Pearson* | 0,609** |
Sig. (bilateral) | 0,000 | |
N | 124 | |
Ciencias Naturales | Coeficiente de Pearson* | 0,677** |
Sig. (bilateral) | 0,000 | |
N | 124 | |
Ciencias Sociales | Coeficiente de Pearson* | 0,546** |
Sig. (bilateral) | 0,000 | |
N | 124 |
Discusión
A través del balance general de los resultados alcanzados de manera general se evidencia un nivel medio en la participación de los padres, con un mayor porcentaje en los modelos de Crianza, Comunicación y Aprendiendo en casa, y una menor participación en la Toma de decisiones y Colaboración con la comunidad. De tal forma que los resultados indican que existe una tendencia mayor hacia la participación de los padres en las actividades que se realizan en el hogar, con una mínima diferencia respecto a la participación en la institución educativa, llegando a la conclusión de que el nivel de participación de los padres es medio, puesto que estos no se involucran totalmente en los programas, proyectos y acciones propuestas en los centros educativos. Además, cabe señalar que el modelo de Voluntariado no se añadió en el estudio debido a la realidad social de los padres y su responsabilidad económica; este es el motivo principal de la poca o nula participación como voluntarios en las Unidades Educativas, hecho que coincide con los resultados de las pruebas PISA, que en Ecuador es menos probable que los padres y representantes colaboren como voluntarios en el colegio (INEVAL, 2019).
Al comparar estas evidencias con el estudio de Lara y Saracostti (2019) se establece la existencia de tres perfiles diferentes de participación de los padres, de acuerdo con los niveles (alto, medio y bajo), considerando que la participación de estos es observada a través de las tareas en el hogar, en la escuela e invitaciones hechas por los estudiantes, los maestros y el plantel escolar. Además, los resultados revelaron que había contrastes en los puntajes de rendimiento académico entre el perfil de participación de los padres, donde los padres involucrados con altos y medios índices de participación tenían niños que presentaban niveles de rendimiento académico más altos que los padres de baja participación.
Al respecto, Tárraga et al. (2017), en un estudio de caso demuestran que la participación en el hogar corresponde a un nivel medio alto, ya que la media obtenida para esta variable es 38,31 de un máximo de 52. Asimismo, la participación se refleja en el interés en aprender cosas nuevas, al brindar libros y material escolar, manteniendo reglas claras en el hogar como la obediencia, la revisión del trabajo escolar de los niños y manteniendo un horario regular para despertar y para la hora de dormir. Mientras que los menos valorados hacen referencia a pasar tiempo con los niños trabajando en actividades creativas, llevar a los niños a lugares de la comunidad para aprender cosas particulares, por ejemplo, zoológicos y museos; también al elogiar a los niños por el trabajo escolar en frente del profesor.
Por otro lado, el resultado del rendimiento académico de los educandos arrojó un nivel bajo en las cuatro asignaturas básicas, reportando un mayor desempeño en Lengua y Literatura y Matemáticas, mientras que se registró un menor desempeño en Ciencias Sociales y Ciencias Naturales; además, indicó que el promedio general oscila entre (4,19), equivalente a que los estudiantes están por debajo de la media. En consecuencia, el porcentaje mayor del grupo representado por 51,61% no alcanza los aprendizajes requeridos (NAAR), seguido de 45,16% que está próximo a alcanzar los aprendizajes requeridos (PAAR) y una minoría que constituye 3,23% alcanzan los aprendizajes requeridos (AAR), datos que se analizaron de acuerdo con la escala del MINEDUC. Esto revela la importancia del seguimiento que se debe hacer a los dominios y necesidades de los aprendizajes de los estudiantes, para que alcancen los logros mínimos necesarios propuestos por los programas curriculares del país; en este contexto se puede apreciar la incidencia de la participación de los padres en la educación de sus hijos; sin embargo, existen otros factores de riesgo que influyen en el rendimiento académico, sumados a los considerados en este estudio, pues la complejidad del proceso educativo implica una variedad de aspectos que interfieren directa o indirectamente en la formación de los estudiantes.
En este sentido, los resultados se apoyan en el estudio de Lastre et al. (2018), quienes afirman la existencia de elementos determinantes para conseguir buenos logros académicos; además se menciona que se debe arraigar hábitos rutinarios como el tiempo que dedican los padres a orientar, aconsejar, explicar y ayudar a sus hijos en el estudio, y la realización de las actividades del colegio; en el caso en que los padres no cuenten con el nivel de instrucción necesario para responder a las exigencias académicas de los hijos, es su deber facilitar los medios para satisfacer estas necesidades, lo importante en todo caso es dar soluciones y velar porque el estudiante pueda cumplir con sus responsabilidades en la clase y en la institución educativa. Además, resaltó la importancia de la intervención de los padres al apoyar diariamente a los hijos en la realización de los trabajos escolares, hecho que estimula el desarrollo de las habilidades cognitivas; que las practique y las ejercite de tal manera que los padres se conviertan en coautores de la formaciócadémica de sus hijos y sean quienes apoyen de manera comprensiva y ofrezcan un ambiente estable y seguro para el alcance de mejores logros académicos.
Al establecer la incidencia entre las variables de estudio (participación de los padres y rendimiento académico), se obtuvo una correlación positiva muy débil; de igual manera, se encontró resultados de manera individual con una significancia mucho menor que 0,01 muy fuerte en las dimensiones Crianza, Comunicación y Aprendiendo en casa. Mientras que Toma de decisiones tiene una correlación positiva media, la dimensión Colaboración en casa presenta una correlación positiva muy débil. Igualmente, al correlacionar el rendimiento académico se pudo observar que las asignaturas Matemáticas, Lengua y Literatura y Ciencias Naturales obtuvieron una correlación positiva media y en la asignatura Ciencias Sociales se obtuvo una correlación positiva débil. Por tal razón, se establece que laAl establecer la incidencia entre las variables de estudio (participación de los padres y rendimiento académico),se obtuvo una correlación positiva muy débil; de igual manera, se encontró resultados de manera individual con una significancia mucho menor que 0,01 en función de los modelos de la variable Participación de los padres, determinando una correlación positiva muy fuerte en las dimensiones Crianza, Comunicación y Aprendiendo en casa. Mientras que Toma de decisiones tiene una correlación positiva media, la dimensión Colaboración en casa presenta una correlación positiva muy débil. Igualmente, al correlacionar el rendimiento académico se pudo observar que las asignaturas Matemáticas, Lengua y Literatura y Ciencias Naturales obtuvieron una correlación positiva media y en la asignatura Ciencias Sociales se obtuvo una correlación positiva débil. Por tal razón, se establece que la correlación entre ambas variables de manera general no es estadísticamente significativa; pero a pesar de los resultados no niega una relación, es decir: la participación de los padres influye en el rendimiento académico, pero en ciertos aspectos, pues existen otros factores que se suman a la participación, siendo determinantes para que el estudiante alcance un óptimo desarrollo académico.
El estudio de Aliaga y Bardales (2018) exhibe resultados similares con relación a la participación de los padres de familia en la escuela y el rendimiento académico, presentando una correlación débil; esto expresa que no se halló una correlación significativa; sin embargo, a pesar de la poca significancia registrada, sí existe una relación entre estas dos variables; además se pudo apreciar y entender la amplitud del estudio, ya que ha buscado información dentro de la familia, escuela y comunidad educativa, teniendo en cuenta el apoyo en casa para el desarrollo del proceso de enseñanza - aprendizaje que tiene que ver con fijación de normas, valores y hábitos de estudio que resultan decisivos para un óptimo aprovechamiento escolar. También se identificó si los padres asisten a las reuniones, asumen roles dentro de la escuela, adquieren responsabilidadescompartidas dentro de la comunidad educativa y participan en la toma de decisiones dentro de la escuela, de tal manera que se tomó el concepto de participación de los padres de familia en distintos espacios y formas de involucramiento.
Asimismo, al comparar los resultados con el estudio hecho por Tárraga et al. (2017) se encontraron similitudes y diferencias, ya que los dos factores considerados, la participación hogar-familia en su conjunto no está significativamente relacionada con el desempeño académico. Por otro lado, se encontró que el acceso a los recursos informales de aprendizaje y el empleo de los padres está significativamente vinculado con mejores resultados académicos, esto significa que el trabajo de los padres no se representa como un aspecto negativo ni perjudica al rendimiento académico.
Conclusiones
Con base en la encuesta hecha a los padres de familia, se identificó un nivel medio con una tendencia a media-alta en la participación de los padres, teniendo presente que hay mayor participación en las dimensiones Crianza, Comunicación, Aprendiendo en casa; mientras que en Toma de decisiones y Colaboración con la comunidad tienen una menor participación. Sin embargo, es notorio que la mayoría de los padres participan más desde el hogar que en las actividades organizadas en la escuela. El presente estudio permitió apreciar que la participación de los padres tiene un valor significativo en la educación, de tal manera que se debe trabajar en estrategias que permitan vincular esta participación en las actividades formativas de los estudiantes.
Asimismo, la evaluación diagnóstica aplicada con respecto al rendimiento académico reflejó un nivel bajo, teniendo como promedio 4,19 dato que indica que aún no se alcanzan los aprendizajes requeridos.
Finalmente, se encontró que de manera conjunta hay una correlación positiva muy débil; sin embargo, aunque el resultado no es significativo, se pudo contrastar que la variable Participación de los padres determina considerablemente el rendimiento académico de los sujetos en formación. Asimismo, se efectuó una correlación de manera individual, donde sobresalió una mayor significancia en la dimensión Crianza, obteniendo una correlación más fuerte que el resto de las dimensiones. Por tanto, se determinó que la participación de los padres tiene cierta influencia sobre los resultados académicos, ya que existen otros factores de riesgo que sesuman a la participación y afectan el desempeño académico del individuo que se educa.
Declaración de conflictos de intereses
Los autores del presente manuscrito declaramos que durante la ejecución del trabajo o la redacción del artículo no han incidido intereses personales o ajenos a su voluntad, incluyendo malas conductas y valores distintos a los que usual y éticamente garantizan el adecuado estudio de la investigación.
Citas
Aliaga, J. L. y Bardales, A. N. (2018). Participación de los padres de familia en la escuela y rendimiento académico de sus hijos en una institución educativa de Cajamarca [tesis de pregrado, Universidad Privada Antonio Guillermo Urrelo].
Del Prado, M., Simón, C., Aguirre, A., & Alonso J. (2020). Parental involvement and family motivational climate as perceived by children: A cross-cultural study. Psicología Educativa, 26(2), 121-128. https://doi.org/10.5093/psed2020a8
Đurišić, M., & Bunijevac, M. (2017). Parental Involvement as an Important Factor for Successful Education. Center for Educational Policy Studies Journal, 7(3), 137-153. https://files.eric.ed.gov/fulltext/EJ1156936.pdf
González, O. (2014). Familia y escuela, escuela y familia: guía para que padres y docentes nos entendamos. Desclée de Brouwer.
Hernández, R. y Mendoza, C. P. (2018). Metodología de la investigación: Las rutas cuantitativa, cualitativa y mixta. McGraw-Hill Interamericana S.A.
Hernández, R., Fernández, C. y Baptista, P. (2014). Metodología de la investigación. McGraw-Hill Interamericana S.A.
Instituto de Evaluación Educativa [INEVAL]. (2019). Informe de resultados de Factores Asociados en la evaluación Ser Estudiante Costa 2018-2019. https://www.evaluacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2019/07/DIED_InformeSESTCosta20182019_20190604.pdf
Instituto Nacional de Evaluación Educativa [INEVAL]. (2018). Educación en Ecuador: Resultados de PISA para el desarrollo. http://www.evaluacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2018/12/CIE_InformeGeneralPISA18_20181123.pdf
Lara, L., & Saracostti, M. (2019). Effect of Parental Involvement on Children’s Academic Achievement in Chile. Frontiers in Psychology, 10(1464), 1-5. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2019.01464
Lastre, K., López, L. D. y Alcázar, C. (2018). Relación entre apoyo familiar y el rendimiento académico en estudiantes colombianos de educación primaria. Psicogente, 21(39), 102-115. http://revistas.unisimon.edu.co/index.php/psicogente/article/view/2825/3133
Ministerio de Educación del Ecuador [MINEDUC]. (2016). Instructivo: aplicación de la evaluación estudiantil. https://educacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2016/07/Instructivo-para-la-aplicacion-de-la-evaluacion-estudiantil.pdf
Ministerio de Educación del Ecuador [MINEDUC]. (2020). Apoyo de las familias al rendimiento académico de hijas e hijos. https://educacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2019/10/Guia-Apoyo-de-las-familias-al-aprendizaje.pdf
Sánchez, A., Reyes, F. y Villarroel, V. (2016). Participación y expectativas de los padres sobre la educación de sus hijos en una escuela pública. Estudios Pedagógicos, 42(3), 347-367. https://scielo.conicyt.cl/pdf/estped/v42n3/art19.pdf
Tárraga, V., García, B. y Ruiz, J. R. (2017). Home-based family involvement and academic achievement: a case study in primary education. Educational Studies, 44(3), 361-375. https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/03055698.2017.1373636
Torrego, J. C. (coord.). (2019). La participación en los centros educativos de la Comunidad de Madrid. Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid. http://www.madrid.org/bvirtual/BVCM016449.pdf
Ventocilla, A. (2019). Involucramiento y autonomía del apoyo parental percibido asociado al rendimiento académico en escolares. Casus, 4(2), 130-136. https://casus.ucss.edu.pe/index.php/casus/article/view/169/133