La metodología mixta en la investigación antropológica: una etnografía socioterritorial en el Santuario de la Naturaleza Humedal de Cutipay, Chile Mixed methodology in antropological investigation: A socioterritorial ethnography in the Cutipay Wetland Nature Sanctuary, Chile Bárbara Orellana Salomón Cómo citar este artículo: Orellana, B. (2024). La metodología mixta en la investigación antropológica: una etnografía socioterritorial en el Santuario de la Naturaleza Humedal de Cutipay, Chile. Jangwa Pana, 23(2), 1-21. doi: https://doi.org/10.21676/16574923.5668
Universidad Austral de Chile, Chile – Correo: barbara.orellana.s@gmail.com
ORCID: https://orcid.org/0009-0009-3198-371X
Recibido: 29/01/2024
Aceptado: 11/07/2024
Disponible en línea: 29/08/2024
Artículo de reflexión/ Reflexion article
Resumen
Este artículo tiene por objetivo difundir las contribuciones que el uso de una metodología mixta aporta a una investigación antropológica para lograr una mejor comprensión del fenómeno por estudiar, en términos de su contexto, complejidad y posibles desafíos que pueden surgir en el momento de desarrollar el trabajo etnográfico. Asimismo, se aborda la importancia del proceso de reflexividad en la investigación social, y cómo la combinación de metodologías cuantitativas y cualitativas puede enriquecer el estudio al integrar las fortalezas de ambos enfoques, e igualmente, reducir sus debilidades independientes. Luego de presentar de forma general lo que se entiende por etnografía y métodos mixtos, junto a sus respectivos cuestionamientos, se expone la investigación “Caracterización socio-territorial de los actores presentes en el Santuario de la Naturaleza Humedal de Cutipay, Región de Los Ríos”, que tuvo por objetivo reconocer a los actores locales y la forma en que se desarrolla su universo relacional. El propósito de dicho trabajo fue generar información base para que, al comenzar la gobernanza ambiental del lugar, se plantee una metodología apropiada respecto a las condiciones socioterritoriales del sector, logrando un proceso efectivo tanto en la participación de los actores como en la toma de decisiones, junto con una protección a largo plazo de sus ecosistemas.
Palabras clave: metodología mixta; etnografía; caracterización socioterritorial; investigación antropológica; Cutipay.
Abstract
This article aims to disseminate the contributions that a mixed methodology provides to anthropological research, particularly in achieving a better understanding of the phenomenon under study in terms of its context, complexity, and the possible challenges that may arise when conducting ethnographic work. Additionally, the importance of the reflexivity process in social research is addressed, along with how the combination of quantitative and qualitative methodologies can enrich the study by integrating the strengths of both approaches and, simultaneously, reducing their independent weaknesses. After generally presenting what is meant by ethnography and mixed methods, along with their respective questions, the research “Socio-territorial Characterization of the Actors Present in the Cutipay Wetland Nature Sanctuary, Los Ríos Region” is discussed, aiming to recognize local actors and understand how their relational universe develops. The purpose of this research was to generate baseline information so that, when beginning the environmental governance of the area, an appropriate methodology could be proposed regarding the socio-territorial conditions of the sector, thus ensuring an effective process both in actor participation and decision-making, as well as the long-term protection of its ecosystems.
Keywords: mixed methodology; ethnography; socio-territorial characterization; antropological investigation; Cutipay.
Introducción
En general, las ciencias se caracterizan por la existencia de ciertos paradigmas predominantes que configuran su epistemología, y, por ende, su metodología. Las ciencias sociales no están exentas de esta realidad, sin embargo, ya que su objeto de estudio es más complejo de interpretar debido a la heterogeneidad del mundo social, sus paradigmas se reformulan constantemente según avanza su desarrollo epistemológico. Por tanto, si los paradigmas reconfiguran a medida que se profundizan, lo lógico sería que las metodologías para abordarlos también lo hiciesen.
En este sentido, el objetivo del presente artículo es señalar las contribuciones que ofrece el uso de métodos mixtos, en términos de su flexibilidad y capacidad de adaptarse a diversos objetivos y enfoques investigativos, en la disciplina antropológica. Específicamente, se abordará la utilización de la metodología mixta dentro de la etnografía actual, enfoque que realiza su aparición como respuesta a cuestionamientos de la etnografía clásica e instaura nuevas posibilidades investigativas, a la vez que abre la posibilidad a diálogos interdisciplinarios incluso fuera de las ciencias sociales.
Tomando como ejemplo la investigación realizada por la autora “Caracterización socio-territorial de los actores presentes en el Santuario de la Naturaleza Humedal de Cutipay, Región de Los Ríos”, se presentará una de las muchas maneras de ejecutar un estudio antropológico con enfoque etnográfico, utilizando una metodología mixta. El lugar estudiado en dicho trabajo se encuentra ubicado a 8 km de la ciudad de Valdivia en la ruta costera Valdivia-Niebla (ruta T-350), en el sur de Chile. Es un bien nacional de uso público y su superficie es de 271,5 ha, correspondiente al espejo de agua del río y a las zonas inundables adyacentes. En este sentido, el documento cobra relevancia al abarcar también los usos del territorio que ocurren en la cuenca del río Cutipay, al igual que en sus laderas aledañas.
La figura de protección ambiental <<Santuario de la Naturaleza>> (SN) se creó en Chile en el año 1983, quedando a cargo del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) y definiéndose como “todos aquellos sitios terrestres o marinos que ofrezcan posibilidades especiales para estudios e investigaciones geológicas, paleontológicas, zoológicas, botánicas o de ecología, o que posean formaciones naturales, cuya conservación sea de interés para la ciencia o para el Estado” (CMN, 2010, p. 129). Actualmente, el CMN ejerce una labor tutelar en el sentido de regular las intervenciones que se realicen en estos espacios, mientras que el Ministerio de Medio Ambiente (MMA) los custodia y vigila.
En virtud de lo anterior, durante los últimos quince años se ha generado un incremento considerable en la cantidad de santuarios de la naturaleza dentro del país, debido principalmente a que esta figura goza de flexibilidad al permitir proteger terrenos tanto públicos como privados. Asimismo, además de ambientes terrestres posibilita incorporar cuerpos de agua marinos o continentales, independientemente de su extensión o propiedad (CMN, 2010, p. 6). No obstante, el desafío que surge luego de declarar esta figura de protección es que, sobre todo debido a la falta de recursos económicos, se imposibilita elaborar un plan de manejo del SN que describa el área en términos geográficos, ecológicos y socio-culturales, junto con una estrategia de conservación que contenga los usos y las prohibiciones del espacio.
Al respecto, la organización no gubernamental (ONG) Ayni: Colaboración y Ciencia para la Conservación señala que en el río Cutipay es posible encontrar humedales estuarinos (deltas, marismas de mareas y manglares), ribereños (adyacentes a ríos y arroyos) y palustres (pantanos, ciénagas, vegas, entre otros) (ONG Ayni, 2021). Esto refleja una alta variedad de ecosistemas existentes a lo largo de la cuenca, los cuales, a su vez, albergan una biodiversidad de especies que buscan refugio, descanso y alimento en estos ambientes. Adicional a su importancia natural, los humedales proveen servicios ecosistémicos de gran relevancia para la sociedad. Estos remiten a los distintos beneficios que las personas obtienen a través de la naturaleza, y que la Wildlife Conservation Society Chile (WCS Chile, 2019) ha clasificado en cuatro grupos: servicios de soporte, aprovisionamiento, regulatorios y culturales.
El SN Humedal de Cutipay fue declarado como tal en abril del año 2022, al ser publicado en el Diario Oficial de la República de Chile, y quedó bajo la administración de la ONG Ayni, quienes reunieron los antecedentes del lugar y enviaron el Expediente técnico de solicitud de Santuario de la Naturaleza Humedal de Cutipay (2021) al MMA para su aprobación. Ahora bien, para una efectiva protección de sus ecosistemas, se debe elaborar un plan de manejo del lugar que exponga los usos y las restricciones del espacio. De forma paralela, es preciso poner en marcha el proceso de gobernanza, el cual corresponde al espacio de toma de decisiones de los actores presentes en el área de influencia, donde implementar una gobernanza diseñada acorde a las características del sector, resulta fundamental para fomentar la participación de la comunidad local.
Ahora, al ser una parte esencial dentro de un proceso de gobernanza, se debe tener presente ¿cómo se toman las decisiones? Al respecto, es necesario considerar las influencias externas y personales que intervienen en la decisión de cada actor, al igual que los intereses propios, sus preferencias y prioridades. Esto se corresponde con los objetivos de la investigación: aumentar la información disponible del universo relacional del SN Humedal de Cutipay, de forma que en el momento de comenzar el proceso de gobernanza, se cuente con una base de datos sobre las características, las prácticas y las dinámicas que ocurren en el sector.
La Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA, 2015) define como gobernanza el “espacio donde se articulan la toma de decisiones, el ejercicio del poder y también las interrelaciones entre los actores” (p. 29), postulando la gobernanza ambiental como un proceso social que busca un óptimo manejo de los recursos naturales y las áreas protegidas. Sumado a esto, durante el desarrollo de la mencionada investigación, se utilizaron los planteamientos de Skewes et al. (2019) sobre una conservación socialmente inclusiva, que busca la disminución de las fronteras ontológicas entre humanos y no humanos, con miras a indagar en nuevos modos de articular las poblaciones humanas con el entorno que las rodea, identificando cómo se relacionan e influyen mutuamente, y mediante este reconocimiento del cohabitar, “plantear estrategias colaborativas que diversifiquen la comprensión de la naturaleza e incorpore a las comunidades locales en la construcción de nuevas formas de conservación” (Skewes et al., 2019, p.88).
Dentro de este marco se construye también el concepto de universo relacional, donde el “territorio no se configura únicamente desde la dimensión humana-social, sino que lo no-humano también consta de agencia en la reproducción y configuración del territorio, abogando por un análisis que reconozca la co-construcción y co-habitación entre humanos y diferentes formas de vida” (Klier y Núñez, 2019, p.5); es decir, el territorio se constituye como un espacio físico cargado de actividades desde sus actores; dinámicas, conflictos, historia e imaginarios colectivos; no como una estructura inmóvil, sino como una red de articulaciones donde convergen un gran número de acciones y relaciones tanto dentro de la comunidad humana como con lo no- humano, y el lugar en el cual confluyen estas asociaciones.
En la búsqueda de una interacción sustentable y adaptable entre los componentes físicos, ecológicos y sociales de Cutipay, surge la necesidad de un diseño de gobernanza ambiental adecuado a sus particularidades y características específicas, tanto desde sus elementos biológicos como desde los culturales. De este modo se debería alcanzar un manejo apropiado de la cuenca que logre mantenerse a largo plazo y que considere la participación de la comunidad local como factor esencial dentro de su planificación.
Con dicho fin, este artículo se estructura, en primer lugar, con una breve descripción de los paradigmas dominantes dentro de la práctica etnográfica y sus principales cuestionamientos. Luego se abordan los planteamientos referidos a la metodología mixta en investigación de ciencias sociales, para finalizar con el estudio realizado por la autora a modo de ejemplo de las contribuciones que conlleva integrar los enfoques cualitativos y cuantitativos.
Sobre la etnografía
Históricamente, la etnografía se ha definido como la práctica por excelencia de la antropología, donde quien investiga se vincula con su objeto de estudio mediante el trabajo de campo, a modo de puente entre lo teórico y las realidades concretas. Durante el siglo pasado, a medida que los debates sobre la disciplina se fueron profundizando, entró a la palestra el término de reflexividad, aplicándose tanto a la realidad que se estudia, donde “los sujetos producen la racionalidad de sus acciones y transforman la vida social en una realidad coherente y comprensible” (Guber, 2001, p. 18), como a la persona que investiga, en torno a múltiples factores que se articulan e inciden en la producción de conocimiento que se está realizando, y el posterior relato que resultará.
Ahora bien, Ingold (2017) recalca la necesaria distinción entre el conocimiento antropológico y el conocimiento etnográfico, los cuales pueden articularse, pero no son homogéneos ni indisolubles entre sí. Explicitar esta distinción permite abrir nuevos caminos tanto desde la antropología como desde la etnografía, ampliando sus alcances y desarrollo epistemológico.
Igualmente, existe un paradigma generalizado que postula a la etnografía con un predominio casi exclusivo de la metodología cualitativa, “como técnica –predominio de la observación participante y las entrevistas–, como enfoque –simbólico, interpretacionista–, como texto –producción de una escritura que intenta “comprender” el punto de vista nativo y reflexionar sobre el investigador y su implicación en el campo–” (Apud, 2013, p. 221). Sin embargo, este enfoque está comenzando a quedar obsoleto, en vista que desde “la década de 1990, el campo de los métodos mixtos se ha concretizado e institucionalizado: han proliferado las investigaciones que se denominan mixtas, la literatura se ha vuelto profusa y se han creado revistas e instituciones vinculadas a la temática” (Cueto, 2020, p. 100). La etnografía no ha quedado exenta de tal debate, en el cual se apunta que
La desnaturalización de las relaciones antropología-etnografía, etnografía-observación participante y etnografía-enfoque cualitativo nos permite entender la práctica metodológica como una construcción social abierta al cambio, en cuya dinámica estamos sumergidos, y que, por lo tanto, podemos reformular, principalmente bajo un contexto donde el <<argumento técnico>> nos permite una libertad y creatividad mayores en los diseños metodológicos, en cuanto sean útiles o eficientes para alcanzar nuestros objetivos cognoscitivos (Apud, 2013, p. 231).
Por lo tanto, las desnaturalizaciones propuestas por Apud resultan imprescindibles para continuar potenciando estas variables, ya que sostener a la etnografía únicamente dentro de la óptica cualitativa, reprime su desarrollo en caminos aún sin explorar, del mismo modo que “recurrir a la etnografía incesantemente mantiene a la antropología, no sin fundamento, como rehén del estereotipo popular del etnógrafo, como alguien atado a la práctica de hacer crónicas retrospectivas de vidas que siempre están a punto de desaparecer” (Ingold, 2017, p. 157).
Sin embargo, la integración de nuevos enfoques metodológicos no necesariamente conlleva el desmerecimiento de los aportes que realiza lo cualitativo, sino que busca enriquecer estas contribuciones mediante la incorporación de nuevas miradas que nutran y amplíen el potencial etnográfico. Al respecto, “la opción por los métodos mixtos abre la puerta a una ciencia reflexiva que se pregunte acerca de qué es lo que se puede conocer, de qué forma lo hace y mediante qué instrumentos técnicos puede hacerlo” (Cueto, 2020, p. 101), como posibilidad de un nuevo abordaje investigativo.
Sobre la metodología mixta
Los métodos mixtos se conforman como una perspectiva complementaria de las metodologías tradicionales, con el fin de lograr una mayor comprensión del objeto de estudio, desplegando múltiples potencialidades para quien investiga al aprovechar las fortalezas de los métodos cuantitativos y cualitativos, y, a la vez, reducir sus debilidades independientes mediante la integración de ambos enfoques. Resulta necesario explicitar que adoptar esta forma de trabajo no significa recoger datos cualitativos y cuantitativos de manera separada, sino que es la combinación de ambos procesos lo que otorga la característica de metodología mixta.
Debido a la escasez bibliográfica sobre metodología mixta en castellano, la tabla Definiciones de métodos mixtos según autores de la comunidad MM, realizada por la autora Francisca Ortiz (2023), representa un aporte considerable para lograr una mejor comprensión para investigadores que deseen adoptar esta tercera opción metodológica. Partiendo de la base de que una investigación con metodología mixta debe poseer enfoques y métodos cuantitativos y cualitativos (Tashakkori & Creswell, 2007, como se citó en Ortiz, 2023), Creswell y Clark (como se citó en Ortiz, 2023) agregan que también es un diseño de investigación con suposiciones filosóficas, que tiene el propósito amplio de profundidad de comprensión y corroboración (Johnson, Onwuegbuzie y Turner, 2007, como se citó en Ortiz, 2023).
A medida que avanza una investigación, la integración de ambos enfoques se puede realizar en distintas fases del estudio, hasta lograr la metainferencia (Creswell, 2021; Hernández-Sampieri, 2014); concepto que alude a la unión de los hallazgos, las inferencias y las conclusiones de las etapas investigativas, buscando generar un mayor entendimiento del objeto de estudio como producto de la hibridación de ambos enfoques. Al respecto, Ortega-Sánchez (2023), basándose en Creswell (2021), realizó una tabla con los principales diseños investigativos con metodología mixta (tabla 1):
Tabla 1. Diseños centrales de integración-combinación de datos cuantitativos y cualitativos
Fuente: Ortega-Sánchez (2023)
Al poseer un variado pluralismo metodológico, los métodos mixtos representan modelos en los que lo cuantitativo y lo cualitativo se complementan para lograr un entendimiento más completo del objeto de estudio, mediante las múltiples perspectivas que la integración de estos enfoques aporta. En este aspecto, “la construcción de modelos con base cuali-cuantitativa contribuye al requisito holista de la antropología, en la medida en que estos permiten vincular aspectos, dimensiones y contextos socioculturales que a primera vista no parecieran tener relación” (Cueto, 2020, p. 108).
En la misma línea, Chaves-Moreno (2018) plantea que las fortalezas de la metodología mixta, junto con producir un conocimiento más completo y que pueda responder a una gama más amplia de preguntas, radica en que las imágenes y narrativas pueden ayudar a entender los números, y viceversa. Por otro lado, el mismo autor señala que sus principales debilidades consisten en que estas investigaciones requieren mayor tiempo de realización, e, igualmente, puede resultar complicado para la persona que investiga integrar ambos métodos.
Las diferencias en las formas en que cada autor o autora propone abordar la utilización de metodologías mixtas se basan, por un lado, en la disciplina desde la cual se erige el estudio, y, por otro, en las distinciones conceptuales, epistémicas y metodológicas que se atribuyen a su uso, ya que “algunos se concentran en la recopilación de datos y otros en el análisis de datos, mientras que algunos se enfocan en sus supuestos filosóficos y otros en su enfoque práctico” (Ortiz, 2023, p.78). Por ejemplo, Cueto (2020) considera que un estudio sobre métodos mixtos debe poseer tres requisitos mínimos: contener datos, estrategias analíticas e integración de resultados fundamentados en los métodos cualitativos y cuantitativos. Asimismo, dicho autor apunta que la elección de una metodología mixta involucra reflexiones tanto ontológicas, como epistemológicas y metodológicas.
Para un mejor entendimiento de las posibles articulaciones en el uso de una metodología mixta, la Tabla 2, muestra cinco modalidades posibles de relacionar los datos cualitativos y cuantitativos. Cabe mencionar que estas “modalidades no son excluyentes las unas de las otras y pueden ser combinadas en diferentes fases de la misma investigación o movilizadas individualmente según las necesidades y criterios investigativos” (Núñez, 2017, p. 637).
Tabla 2.Modalidades de los métodos mixtos
Fuente: Núñez (2017)
En el mismo sentido, Núñez (2017) destaca tres planteamientos que es importante tener presentes al emplear esta metodología: por un lado, se encuentran la pluralidad y la contextualización de los métodos mixtos, en vista de que no existe una sola manera de aplicarlos, lo cual se encuentra estrechamente vinculado al contexto del objeto de estudio, y por otro lado está su sistematicidad, donde es fundamental darle atención a la rigurosidad de la investigación, al igual que explicitar sus procedimientos y etapas.
Estudio de caso etnográfico
La investigación titulada “Caracterización socio-territorial de los actores presentes en el Santuario de la Naturaleza Humedal de Cutipay, Región de Los Ríos” (Orellana, 2023) se realizó como tesis de pregrado para optar al título de antropóloga en la Universidad Austral de Chile. Durante dicho estudio, se identificaron a los actores que tienen incidencia en el área de estudio, tanto la comunidad local como las instituciones, empresas y ONG’s con presencia en el lugar (figura 1), para luego definir la forma en que se desarrolla su universo relacional. Igualmente, se abordaron las percepciones, las valoraciones y las proyecciones que estas partes tienen hacia el santuario, junto con el reconocimiento de los usos del territorio.
Los principales fundamentos teóricos que guiaron la investigación fueron la antropología ecológica (Jiménez, 2016), la ecología política (Escobar, 1999; Leff, 2004; Ulloa, 2001) y la antropología de la conservación (Araos, 2017; De Matheus et al., 2018; Rozzi, 2018; Skewes et al., 2019). Estas corrientes comparten la característica de asociar a las comunidades en estudio con el marco ecológico que habitan, incluyendo en su análisis las relaciones de poder que se articulan dentro de su universo relacional y las diversas construcciones de naturaleza que surgen en estos contextos. Desde aquí, el estudio se orientó a una conservación inclusiva desde una comprensión más dialéctica de las múltiples interacciones entre las especies que cohabitan un espacio determinado, otorgándoles agencia -y protagonismo- a seres y formas de vida no humanas (Orellana, 2023, p. 25) para abordar modos de relacionarse más allá de lo humano.
Figura 1. Actores sociales presentes en el Santuario de la Naturaleza Humedal de Cutipay
Fuente: elaboración propia
El propósito de la investigación mencionada fue generar información base para que, en el momento de comenzar el proceso de gobernanza ambiental del santuario, existiesen referencias generales sobre las características del sector y quienes lo componen. De este modo es posible construir un modelo de gobernanza pertinente a las características del sector identificadas por la ONG Ayni: “a partir de la información proporcionada por el Censo 2017, el área propuesta corresponde al distrito censal de Cutipay, el cual posee 212 habitantes, 149 viviendas, y una extensión de 27,7 Km2” (p. 57).1
El río Cutipay nace desde la cordillera de la Costa, a partir de la desembocadura del río Negro y el río Lliuco, también llamado Pichauka por los habitantes locales, nutriéndose además de múltiples afluentes antes de desaguar en el río Valdivia, el cual, a su vez, desemboca en el océano Pacífico en la Bahía de Corral (mapa 1). Debido a su cercanía con el mar, este posee una alta influencia de las mareas. Dichas características hídricas permiten la existencia de diversos ecosistemas que funcionan a modo de refugio y hogar para muchas especies. Dentro de la avifauna presente en Cutipay, es posible avistar especies de hábitat marino (que se encuentran en las costas y playas de Chile), de humedales, y de sotobosque (suelo del bosque). En esta variedad de ambientes hay aves anuales -que se encuentran todo el año- y migratorias, tanto dentro del territorio nacional como interhemisféricas.
Mapa 1. Propuesta del Santuario de la Naturaleza Humedal de Cutipay
Fuente: ONG Ayni (2021)
En este contexto, el objetivo principal de la investigación de la autora fue analizar las relaciones y dinámicas que los diversos actores -humanos y no humanos- presentes en el área de influencia del SN Humedal de Cutipay establecen entre sí y con su entorno. Los objetivos específicos a este propósito fueron: caracterizar a los actores sociales que tienen incidencia en el lugar y las dinámicas entre ellos, con su entorno y los usos del territorio; describir las valoraciones y percepciones de los actores sociales hacia el santuario; y, por último, caracterizar las proyecciones existentes desde los actores del Santuario respecto a la conservación de su biodiversidad.
Con base en estos objetivos, la elección de una metodología mixta se fundamentó en la complejidad que conlleva realizar una caracterización socioterritorial. Por un lado, era necesario establecer tendencias respecto a la comunidad local -percepciones, usos del territorio, composiciones familiares, valoraciones, etc.-; por otro lado, resultaba imprescindible incluir dentro a la investigación de las instituciones y las empresas con presencia en el sector, considerando su reciente declaratoria como SN.
El estudio se definió como una investigación social etnográfica de metodología mixta, lo cual significa que empleó e integró los enfoques cuantitativo y cualitativo. Asimismo, la información se recopiló a través de métodos etnográficos tales como la observación participante, entrevistas semi-estructuradas, encuesta social, conversaciones informales, encuentros extra-investigativos (como el Encuentro de Santuarios de la Naturaleza de la Región de Los Ríos, realizado en abril del año 2023), fotografías y el cuaderno de campo. Cabe mencionar que, sumado al levantamiento de información en la perspectiva de los actores, se consultaron fuentes secundarias -páginas web, tesis, artículos- con el objetivo de complementar o corroborar información obtenida durante el trabajo en terreno. De tal modo fue posible configurar un panorama más completo del universo relacional de Cutipay, para una debida comprensión del sector estudiado.
Gracias al uso de una metodología mixta se alcanzaron los objetivos propuestos. Los resultados proporcionan un panorama de mayor amplitud y profundidad sobre Cutipay a partir del empleo de interpretaciones multidimensionales, junto con la utilización de variados marcos de referencia, generados gracias a la integración de los enfoques cuantitativo y cualitativo, tanto en la recolección de datos como en el análisis e interpretación de los hallazgos.
Retomando el concepto de reflexividad en la etnografía (Guber, 2001) es importante señalar que la adopción de un enfoque mixto fue decidiéndose durante el transcurso de la investigación, divida en dos etapas principales. En primer lugar, se aplicó una encuesta a la comunidad local de Cutipay (anexo 2) durante los meses de junio y julio del año 2022, que alcanzó un total de 42 personas encuestadas entre residentes y comercio local. Luego, en la segunda etapa, a modo de profundización de la información obtenida, se realizaron entrevistas semi-estructuradas (anexo 1) a las instituciones y empresas presentes en el santuario, como forma de incluir esta esfera de actores sociales dentro del estudio. En esta segunda etapa realizada durante los meses de enero y marzo del año 2023, se logró entrevistar a seis instituciones/empresas.
Lo anterior quiere decir que, previo al inicio del trabajo de campo de la primera fase investigativa, concerniente a la elaboración de la encuesta y recopilación de la información disponible sobre la comunidad local, aún no se había decidido sobre los pasos que se debían tomar durante la segunda fase de investigación, correspondiente a la aplicación de entrevistas semi-estructuradas a las instituciones y empresas. Igualmente, tampoco estaba determinado el contenido de dichas entrevistas, sino que, en relación con los resultados de la encuesta, en conjunto con las dudas que presentó la comunidad local, se decidieron las preguntas que conformarían estos diálogos, en busca también de lograr una de las principales características de la metodología mixta: la metainferencia.
Esta forma de trabajo se enmarca en lo que Hernández-Sampieri (2014) identifica como enfoque mixto con ejecución secuencial. Específicamente, corresponde a un diseño explicativo secuencial, donde “la mezcla mixta ocurre cuando los resultados cuantitativos iniciales informan a la recolección de los datos cualitativos” (p. 554) posteriores, para luego integrar los datos recabados en ambas etapas durante la interpretación y elaboración del informe de investigación.
Primera etapa de recolección de datos
Para el levantamiento de información durante la primera etapa de la investigación se eligió un conjunto de herramientas vinculadas a la encuesta social, con el objetivo de identificar las percepciones, las valoraciones y las relaciones de la comunidad local de Cutipay. Para su elaboración, se utilizó como guía el <<Expediente técnico de solicitud de Santuario de la Naturaleza Humedal de Cutipay>> de la ONG Ayni (2021), en el cual se reúnen los antecedentes ecológicos y socioculturales del lugar de estudio, en conjunto con el artículo <<Sistemas socio-ecológicos y servicios ecosistémicos: modelos conceptuales para el Humedal del Río Cruces>> de Delgado et al. (2019), ya que, en virtud de la cercanía del río Cruces con el río Cutipay, los sistemas de ambos lugares poseen una estructura ecológica y socioeconómica muy similar.
La encuesta se compuso de un cuestionario basado en un conjunto de preguntas cerradas, abiertas y semi-abiertas, en escala Likert, y otras cartográficas, que suman un total de 32 interrogantes dividido en cinco apartados: composición familiar, servicios ecosistémicos, presiones o amenazas, comunidad y cultura y finalmente, el mapeo participativo. De esta manera, se buscó encuestar a la mayor cantidad de personas sin saturar su tiempo de participación mediante preguntas de respuesta corta. Al iniciar el trabajo en terreno, se implementó el instrumento al comercio local para luego, mediante el muestreo en cadena -también conocido como bola de nieve- (Hernández-Sampieri, 2014, p.288), lograr llegar a más habitantes de la comunidad local.
La primera parte de la encuesta trataba sobre la composición familiar de los residentes de Cutipay, indagando si arrendaban o eran propietarios de su hogar, la cantidad de integrantes, si poseían mascotas, etc. El segundo apartado abordaba los servicios ecosistémicos que Cutipay les provee, como por ejemplo su reserva de agua potable, si practicaban algún tipo de actividad económica o de subsistencia en el sector, e igualmente, las valoraciones que le atribuía al lugar (identitarias, espirituales, recreacionales, deportivas, etc.). Estos apartados iniciales, compuestos en su mayoría por preguntas cerradas, permitieron una sistematización estadística -característica de los métodos cuantitativos- que logra resultados generales para así lograr comparar, interpretar y establecer precedentes, en este caso, sobre la comunidad local de Cutipay (figura 2 y 3).
Figura 2. Viviendas en Cutipay
Fuente: elaboración propia
Figura 3. Cantidad de integrantes por hogar en Cutipay
Fuente: elaboración propia
El siguiente apartado contenía preguntas abiertas y en escala Likert, las cuales son “un conjunto de ítems presentados en forma de afirmaciones o juicios, ante los cuales se pide la reacción de los participantes” (Hernández-Sampieri, 2014, p. 238), para así identificar la actitud de la o el informante sobre algún punto específico (figura 4). Esta sección de la encuesta indagaba por las presiones o amenazas hacia Cutipay y sus ecosistemas, qué tanto les preocupaba la protección de flora y fauna del lugar, e igualmente, la opinión acerca de la declaratoria de SN.
Figura 4. Percepción sobre presiones o amenazas hacia el Humedal de Cutipay
Fuente: elaboración propia
A continuación, se encontraba el apartado sobre comunidad y cultura, el cual contiene preguntas abiertas y semi-abiertas, por ejemplo; ¿cómo describiría la relación con sus vecinos/as?, ¿ómo describiría la relación del municipio de Valdivia con el Humedal de Cutipay?, ¿cómo se imagina el Humedal de Cutipay de aquí a 10 años?, ¿qué podría identificar como símbolo identitario del Humedal de Cutipay?, ¿le interesa participar de las jornadas participativas a realizarse para generar y sostener un plan de manejo del humedal? Cabe mencionar que este apartado fue fundamental para lograr una metainferencia con segunda etapa investigativa (figura 5).
La parte final de la encuesta presentó el método de cartografía participativa, a fin de generar un reconocimiento espacial de áreas de interés en Cutipay desde la perspectiva de los mismos actores, para lograr evidenciar así atributos del espacio habitado. Esto se realizó mostrándoles a los y las participantes una fotografía adjunta al final del instrumento. De esta manera, resulta más visible la asociación entre comunidad y territorio, ya que “los modelos espaciales representan la o las dimensiones espaciales de un fenómeno, permitiendo geolocalizar la interacción de los actores con lugares del entorno, definir espacios de actividad y formalizar los aspectos espaciales de las estrategias puestas en práctica por los actores” (Cueto, 2020, p. 108). Este último apartado contenía preguntas como: ¿qué espacios del Humedal de Cutipay frecuenta más?, ¿qué lugares del Humedal de Cutipay considera tienen mayor potencial turístico?, ¿qué lugares del Humedal de Cutipay identifica con mayor diversidad de aves?, ¿qué lugares del Humedal de Cutipay identifica como contaminados? (mapa 2).
Mapa 2. Lugares identificados como contaminados en Cutipay
Fuente: elaboración propia
En suma, la técnica de la encuesta social, junto con los instrumentos de recolección de información que ella contenía, fueron escogidos con la intención de reconocer ampliamente las dinámicas existentes en Cutipay en perspectiva de los actores, y al mismo tiempo, evitar la saturación de tiempo del que disponen para participar, como ocurre frecuentemente con las entrevistas en profundidad o semi-estructuradas. Asimismo, las preguntas con respuesta cerrada o en escala Likert fueron incorporadas con el objetivo de sistematizarlas con mayor rapidez, mientras que el mapeo participativo se utilizó con el propósito de dar cuenta sobre datos espacializados.
En el transcurso de la sistematización de los resultados de la encuesta, se generó una base de datos en el programa Excel que contenía todos los apartados a excepción del mapeo participativo, con el propósito de producir una comparación más expedita de la información junto a un mejor entendimiento de esta, e igualmente generar los gráficos y las tablas para las preguntas que se consideró necesario representar, con miras a una mayor comprensión de los datos obtenidos. Respecto a los resultados espacializados incluidos en el apartado de cartografía participativa, fueron sistematizados en distintos mapas generados en el programa QGIS, al igual que los sectores residenciales identificados en Cutipay (mapas 3 y 4).
Mapa 3. Sectores residenciales identificados en Cutipay, parte 1
Fuente: elaboración propia
Mapa 4. Sectores residenciales identificados en Cutipay, parte 2.
Fuente: elaboración propia
Segunda etapa de recolección de datos
Una vez obtenida la información referida al comercio y a la comunidad local gracias a la encuesta ya descrita, la segunda etapa investigativa se enfocó en recopilar datos sobre la esfera institucional-empresarial de Cutipay, agrupada así debido a la principal característica que comparten sus actores: no habitan cotidianamente el sector. Esta fase se diferenció de la anterior en la medida que su objetivo fue profundizar en los puntos de vista que estas entidades poseen sobre Cutipay, desde una posición externa y no como residentes del lugar. En este caso se aplicaron entonces entrevistas semiestructuradas, compuestas por ocho preguntas referidas a las valoraciones, las percepciones y las proyecciones sobre el área.
El trabajo en terreno de esta etapa investigativa se ejecutó entre enero y marzo del año 2023. Durante este tiempo se contactó a las empresas e instituciones con presencia en el sector, la mayoría de las cuales dieron respuesta. En total se logró concretar seis entrevistas en esta fase. Las respuestas fueron anotadas en el cuaderno de campo de la investigadora, para luego reducirlas a un conjunto de respuestas tipificadas que fueron integradas a la base de datos en Excel creada en la etapa anterior.
Para lograr la unión de ambas etapas -esto es la metainferencia- y contrastar los datos (figura 5), se compartieron algunas preguntas de la primera fase, tales como: ¿cómo se imagina el Humedal de Cutipay de aquí a 10 años?, ¿qué opina sobre la declaratoria de Santuario de la Naturaleza?, ¿Qué amenazas reconoce hacia el Humedal de Cutipay? ¿qué valoraciones le atribuye al Humedal de Cutipay? ¿qué lugares identifica con mayor potencial turístico? Esta última pregunta, por ejemplo, se sistematizó en mapa QGIS en conjunto con las respuestas proporcionadas también por la comunidad local.
Por otro lado, se integraron preguntas referidas específicamente a la posición social que les corresponde a los actores de esta etapa, por ejemplo: según su visión, ¿qué rol debiesen tomar los y las habitantes de Cutipay en cuanto a la protección del Santuario?, En la misma línea, ¿qué acciones desde los y las habitantes significarían un aporte a mediano y largo plazo en la protección del Santuario?, e igualmente, ¿qué aportes se podrían generar desde su área a la gestión del Santuario, a mediano y largo plazo?
Declaración de aspectos éticos
La declaración de aspectos éticos resulta fundamental en cada investigación antropológica ya que se vincula al compromiso social que implica la práctica de la disciplina, en tanto producción de conocimiento de los otros y con los otros. Similar a lo que sucede con los criterios de rigor de una investigación, se deben tener presentes ciertos principios de responsabilidad profesional, tales como la transparencia con los y las participantes del estudio, al igual que con sus colegas, respecto a los tiempos de investigación, posible impactos y financiamientos. En esta línea, el diálogo con la ONG Ayni resultó fundamental desde el comienzo del estudio, debido a que siempre estuvo claro el propósito investigativo: generar información base sobre el universo relacional de Cutipay, contemplando la futura realización de una gobernanza ambiental en el sector.
Con base en estos principios, se comunicó de manera clara el propósito de la investigación en el momento de realizar las encuestas y entrevistas a los y las participantes del estudio, junto con la correspondiente presentación de un consentimiento informado escrito. Esto quiere decir que se explicitó que se estaba trabajando en conjunto con la ONG Ayni, quienes estan designados temporalmente como administradores del santuario hasta que se escoja una mesa administrativa que, idealmente, debería estar conformada en su mayoría por actores locales. De igual forma se evidenció que el estudio era realizado a modo de tesis de pregrado de la investigadora, en la carrera de Antropología de la Universidad Austral de Chile.
Asimismo, se respondieron las dudas existentes, principalmente desde la comunidad local, sobre los próximos procesos que ocurrirán en Cutipay en cuanto a su declaratoria de SN, como, por ejemplo, la elaboración del plan de manejo y las jornadas participativas. Gracias a la comunicación constante con la ONG Ayni, que dirigió este proceso desde sus inicios, el traspaso de información fue efectivo y se logró responder las principales interrogantes respecto a lo que implica esta figura de protección ambiental, junto con los cambios que conlleva y posibles efectos en materia de conservación, institucional, turismo, desarrollo local, etc.
En términos de difusión, los resultados de investigación serán presentados en conjunto con la ONG Ayni al comenzar las jornadas participativas en el marco de la gobernanza ambiental del santuario. Este proceso fue informado a sus participantes al realizar las encuestas y entrevistas, lo cual se encuentra programado para el período 2024-2025, ya que, en palabras de Guerra y Skewes (2003), se debe “hacer todo lo que esté de su parte para que aquella información sea bien entendida, apropiadamente contextualizada y responsablemente utilizada” (p.5). Asimismo, se hizo envío del documento final del estudio a los participantes que lo solicitaron, respetando la transparencia necesaria respecto a hacer accesibles los resultados.
Metainferencia
La metainferencia es el concepto que alude a la integración de los hallazgos, las inferencias y las conclusiones de las etapas investigativas, buscando construir un mayor entendimiento del objeto de estudio como producto de la hibridación de ambos enfoques. Esto quiere decir que, para analizar los resultados, se consideraron los datos de la etapa cuantitativa, de carácter medibles, junto con la información de la etapa cualitativa, de características explicativas, generando una unión que combina y complementa los hallazgos de ambas etapas, produciendo así una interpretación más completa del universo relacional de Cutipay.
Posteriormente, el desarrollo de tipologías que reúnen los datos da paso a la identificación de distintas dimensiones investigativas que nutren y conforman los resultados finales del estudio. Así, mediante la integración de ambas etapas investigativas, que también requiere comparación de información proveniente desde ambos enfoques, se produjo la integración de resultados denominada metainferencia. De esta manera, como señala Ortiz (2023), adoptar una metodología mixta conllevó incorporar “una selección de diferentes aspectos (fuentes, métodos, herramientas y análisis) que son considerados parte del espectro/continuo disponible o accesible, y así lograr los objetivos del estudio” (p.80)
El mapa 5 es un ejemplo de esta integración, ya que, primeramente, para su realización se combinaron dos preguntas del apartado sobre mapeo participativo contenido en la encuesta: ¿qué lugares identifica con mayor potencial turístico? y ¿qué lugares identifica con mayor diversidad de aves? En este caso, la única respuesta que no se compartió entre las dos preguntas fue el camping, señalado a raíz de la primera interrogante (potencial turístico). Con este hallazgo, se decidió agrupar estas respuestas en un mismo mapa, donde los lugares que poseen un cuadrado con un círculo dentro coincidieron como respuestas a ambas preguntas. Luego, en el momento de realizar las entrevistas y al constatar que se repitían algunas respuestas ya nombradas por la comunidad local, se agregaron también “ladera Arauco” y “bosque de Coihues”, ya que estos fueron lugares señalados por los actores de la segunda etapa (empresarial/institucional).
Mapa 5. Lugares en Cutipay identificados con mayor diversidad de aves y potencial turístico
Fuente: elaboración propia
Por otra parte, Hernández-Sampieri (2014), identifica como un diseño de análisis de información secuencial exploratorio, el procedimiento de aplicar un cuestionario y después realizar entrevistas, una vez se reconoce la intención de direccionar la segunda etapa a un levantamiento de información específica. Esto sucedió en la investigación ya que, luego de haber identificado el universo relacional de la comunidad local, el segundo proceso, orientado hacia actores externos a la cotidianidad de Cutipay, no requería la misma generalidad, sino que se encontraba dirigido a un reconocimiento particular: cómo dichos entes se relacionaban con el sector.
A partir de lo anterior, se produce el despliegue de una investigación de metodología mixta desde la examinación secuencial de multiniveles, dado que “los resultados obtenidos de un nivel nos ayudan a desarrollar la recolección y análisis del siguiente” (Hernández-Sampieri, 2014, p. 575). Por tanto, en cada fase del estudio se analizaron los datos obtenidos, lo que iba dando como resultado inferencias propias de cada etapa, para luego agruparlas dentro de la metainferencia.
Al igual que en el mapa 5, esta forma de trabajo también se ejemplifica en la Figura 5, donde se presentan cuatro categorías con respuestas tipificadas desde el área institucional y desde la comunidad local, situándose en medio aquellas que tuvieron en común ambas esferas. En los óvalos se indican los aspectos por considerar para una efectiva protección de la flora y fauna nativa del santuario; en los rectángulos las valoraciones atribuidas a Cutipay; en los hexágonos las proyecciones a un plazo de 10 años; y en los pentágonos la percepción sobre la declaratoria de SN.
Figura 5. Percepciones, proyecciones y valoraciones desde la comunidad local y las instituciones presentes en el Santuario de la Naturaleza Humedal de Cutipay
Fuente: elaboración propia
Por otro lado, al ser un enfoque relativamente nuevo, y de mucha variación entre una investigación y otra, surgen limitaciones conceptuales al querer probar la validez de la metodología mixta, en virtud de la inexistencia de un método que aborde los criterios de rigor de un estudio con esta aproximación. Por ende, a modo de asegurar la aceptabilidad de la investigación, se calificó cada fase con sus respectivos criterios, es decir, la primera etapa cuantitativa con sus criterios correspondiente y, posteriormente, la etapa cualitativa con los criterios que le son propios. No obstante, abogando por alejarse de la diferenciación tan comúnmente marcada entre estos enfoques, la etapa de validación y corroboración de los resultados estuvo, paralelamente, vinculada al cuestionamiento sobre si se lograron los objetivos que guiaron la investigación. Como lo plantea Ortiz (2023):
La propuesta aquí es dejar de utilizar la distinción cualitativa/cuantitativo, y comenzar a construir investigaciones que se centren en el problema de investigación, su contexto y sus distintas etapas que lo logren abordar de forma organizada y sistemática. Entendiendo por qué en cada etapa la selección de distintos aspectos como las fuentes, los métodos, las herramientas y los análisis; en consideración de sus dimensiones ontológicas, epistemológicas, metodológicas y éticas (Ortiz, 2023, p.80).
Asimismo, se aplicaron los criterios que Hernández-Sampieri (2014) señala para evaluar la metodología utilizada: por un lado, el término calidad, el cual en su significado holístico posee la capacidad para aplicarse a cualquier tipo de investigación mixta a modo de evaluación, para desde ahí examinar la existencia de los criterios de: planeación y dirección, los cuales en este caso, fueron visibles a medida que transcurría la investigación, específicamente al momento su segunda etapa; por otro lado, está la implementación, que se refiere al método, la recolección y el análisis de los datos y que, al adoptar el enfoque mixto, implica respetar los tiempos de cada proceso -el cuantitativo y el cualitativo- para lograr una calidad en el diseño, muestra y datos; asimismo, está la interpretación de resultados, la cual se mide en un efectivo rigor interpretativo e igualmente en una transferencia de los resultados a modo de legitimación; también se contempló la elaboración del reporte y difusión de resultados, apuntando básicamente a que el producto final responda al planteamiento y, por ende, abarque las partes cuantitativas, cualitativas y de integración de forma completa; y por último, se consideró la aplicación, apuntando a una utilidad tanto práctica, como social y teórica.
Conclusiones
Teniendo presente que esta investigación se dividió en dos etapas, se considera que la metodología utilizada fue óptima en virtud de que durante la primera fase, la cuantitativa, gracias a la encuesta aplicada, se logró abarcar un número considerable de actores locales, para luego, en un segundo momento cualitativo, durante las entrevistas, comprender de manera más específica la perspectiva de las instituciones y empresas. Esto implicó que, sin planificarlo previamente, el estudio fuera de carácter mixto, logrando unir las esferas del universo relacional de Cutipay y generar resultados más íntegros y relevantes.
Asimismo, resultó fundamental tener presente a lo largo del desarrollo de la investigación la importancia de los procesos de reflexividad, pues permitió ir modificando la metodología y así alcanzar los objetivos propuestos. Esto resulto útil específicamente cuando se presentó la necesidad de emplear técnicas de recolección de datos distintas a la ya utilizada en la primera etapa, debido a que el objetivo de la segunda fase consistía en conocer las perspectivas que las esferas institucionales y empresariales poseen acerca de Cutipay; es decir, se buscaba lograr un entendimiento específico sobre la visión de estos actores.
Los aportes que implica el uso de métodos mixtos resultan considerables desde la óptica de ampliar el campo de conocimiento en futuros estudios antropológicos y etnográficos, considerando la contribución que supone integrar las fortalezas cuantitativas y cualitativas en una misma investigación, en términos de técnicas de recolección de información y posterior análisis. Esta forma de trabajar permite una mayor comprensión del objeto de estudio, abarcando más aspectos de su complejidad como fenómeno social, y vincular esto a los procesos de reflexividad investigativos da pie a su vez a crear nuevos campos de análisis y aprendizaje acerca del mundo social. Así, en definitiva, es posible ampliar los horizontes ontológicos, metodológicos y epistemológicos tanto de la disciplina antropológica como de la etnográfica.
El presente artículo presentó la pluralidad de formas de emplear una metodología mixta, “donde el contexto de investigación y las características del objeto de estudio son quienes deben guiar el proceso de formalización de los métodos y no una idea pre-concebida” (Núñez, 2017, p. 647). En esta medida, se consideraron los elementos constitutivos propios de cada forma de investigación, los cuales, en este caso, abordaban un objeto de estudio complejo que era necesario abarcar en términos estadísticos y simbólicos. Asimismo, no se debe olvidar la importancia de explicitar y justificar las elecciones metodológicas con rigurosidad, y mediante el sometimiento de estas al debate científico-social, continuar su desarrollo epistemológico, metodológico y ontológico.
En efecto, uno de los principales desafíos al realizar el estudio fue comprobar su validez. Esta limitación se presenta por dos motivos principales: por un lado, los dos enfoques metodológicos tradicionales cuantitativo y cualitativo se han abordado desde múltiples campos de estudio y desde variadas disciplinas, por lo que existen numerosos métodos de comprobación de estos, mientras que la metodología mixta, en cambio, se encuentra desprovista de esquemas rigurosos que validen el conocimiento que se obtiene mediante su uso. Esto lleva al otro punto: no existe una sola manera de utilizar este enfoque. Por su naturaleza híbrida, se caracteriza por la inexistencia de una forma exacta y precisa de aplicarlo, debido a que, como ya se ha dicho, se moldea a su objeto de estudio.
Igualmente, a pesar de que la utilización de metodologías mixtas se está desarrollando desde distintas disciplinas dentro de su amplio abanico de posibilidades, queda aún por cubrir la notable falta de publicaciones al respecto, al menos en castellano. Esto constituye una brecha importante para dar paso a un aumento de teorías que expanda la comprensión y el alcance de diversas investigaciones, “a la vez que el aporte de modelos susceptibles de ser comparados con otros contextos sociales o nuevas dimensiones sociales del mismo grupo estudiado” (Cueto, 2020, p. 107). Del mismo modo, resulta ineludible el desarrollo de herramientas que contribuyan al rigor, la calidad y la legitimidad de dichas investigaciones.
Bajo una perspectiva complementaria de las metodologías tradicionales, se encuentran fértiles posibilidades de estudio, con ventajas para el investigador o la investigadora respecto al aprovechamiento e integración de los aportes que ofrecen los métodos mixtos, en términos de flexibilidad y capacidad de adaptarse a diversos objetivos y enfoques investigativos. Por último, es importante mencionar que, para que la utilidad que proveen los métodos mixtos a una investigación se continúe ampliando, se hace necesaria una presentación clara y concisa de cómo se utilizaron dentro de una investigación, lo que representa una responsabilidad de cada autor o autora, de manera que su difusión, siga aportando al desarrollo teórico-metodológico de este enfoque.
Contribuciones del autor
Bárbara Orellana Salomón: investigación y redacción del documento.
Declaración sobre conflictos de interés
Debido al trabajo desempeñado por la autora realizando visitas guiadas en kayak por el río Cutipay, enfocadas en el avistamiento de flora y fauna del lugar, existía un vínculo con el espacio previo a la investigación, principalmente con sus ecosistemas y las formas de vida no humanas. Esta relación se basa en el respeto y en la expectativa que estas existencias proliferen y se logren mantener en el tiempo con la mínima intervención humana. Desde aquí también nace el deseo de aportar desde la disciplina antropológica a la identificación y caracterización de los actores presentes en el santuario.
Estos factores se tuvieron presentes desde el comienzo para que no influyesen en la objetividad del estudio ni en los resultados a presentar. Sin embargo, es innegable que fueron una parte fundamental en la motivación subyacente de la autora para desarrollar esta investigación.
Agradecimientos
Aun cuando en cada proceso de investigación antropológica es fundamental la colaboración de actores locales para su realización, esta importancia suele no ser reconocida. Por lo tanto, la reflexión del presente artículo busca visibilizar la imprescindible participación de estos actores territoriales, y al mismo tiempo, recalcar el valor de retribuir en reciprocidad desde nuestra labor antropológica. Por consiguiente, se agradece aquí a las personas cuya participación hizo posible el presente artículo: a los actores sociales presentes en Cutipay, especialmente la comunidad local por su disposición a colaborar en el estudio; Puelche Expediciones por la oportunidad de vivenciar de manera íntima el río Cutipay; y los docentes del Instituto de Estudios Antropológicos de la Universidad Austral de Chile por su guía a lo largo del proceso investigativo: las profesoras Asunción Díaz Álvarez y Debbie Guerra Maldonado y el profesor Fernando Maureira Estrada.
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1 Cabe aclarar que la investigadora poseía una relación previa con el SN Humedal de Cutipay debido a su trabajo como guía turística de Puelche Expediciones desde el año 2021, realizando visitas guiadas en kayak por el río Cutipay enfocadas en la educación ambiental. Gracias a esto, existía un vínculo anterior a la declaratoria de SN con dos integrantes de la ONG Ayni, quienes residían en calidad de arrendatarios en Cutipay.