EDITORIAL

REFLEXIONES SOBRE LA INVESTIGACIÓN, LA PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO Y LA PUBLICACIÓN CIENTÍFICA
EN SALUD EN COLOMBIA

Lídice Álvarez Miño
Terapeuta ocupacional. MSc. Salud Pública. Profesora asociada Programa de Enfermería. Universidad del Magdalena.
lidice@lycos.com

La intención de este editorial es poner sobre la mesa aspectos de debate que contribuyan a la reflexión constante que se debe hacer sobre la investigación en salud en Colombia.

La Comisión Internacional de Investigación en Salud para el Desarrollo surgió con el fin de impulsar la investigación como medio para promover mejores niveles de salud1; en otras palabras, la investigación en salud debe garantizar un mejoramiento en las condiciones de salud y vida de la gente. Actualmente, toda investigación en salud debería enfocarse en lograr que sus resultados sean utilizados por los tomadores de decisiones para impactar positivamente la vida de las personas en contextos concretos.

Desde esa perspectiva, uno de los principales desafíos éticos de toda investigación en salud debería ser permitir la posibilidad de generar un nuevo conocimiento que ayude a resolver una (o múltiples) situación contextualizada y real de la vida de las personas, y no solamente, como ocurre hoy en día, en satisfacer el ego del investigador2, bien sea porque recibe recursos significativos para sus proyectos pero sin demostrar durante largos periodos resultados concretos que transformen la salud y vida de las personas, o bien porque simplemente sea reconocido por su producción científica aunque esta no resuelva ninguna necesidad vital de la gente. La responsabilidad social de la ciencia involucra a los científicos universitarios y a la sociedad política y económica con el fin de que el conocimiento producido se pueda aplicar en las comunidades de forma efectiva y sostenida en el tiempo3.

Hacer investigación en salud en Colombia es un reto por múltiples razones, algunas de las cuales vale la pena mencionar, como por ejemplo: 1. La escasez de recursos: En 2011 Colombia invirtió en investigación y desarrollo un 0,18 % del PIB4, y según cifras para 2013 la inversión seguía sin sobrepasar el 0,5 % del PIB, a la vez que las regalías para el sector de ciencia, tecnología e innovación no eran suficientes5. 2. La distribución inequitativa de los escasos recursos entre los grupos e investigadores con mayor trayectoria y reconocimiento nacional, frente a aquellos grupos e investigadores locales que tienen trayectoria pero falta el reconocimiento nacional6. Y otras como: 3. La dificultad para realizar trabajo colaborativo entre instituciones y entre grupos e investigadores. 4. El énfasis que se ha dado a la titulación y no a la trayectoria e impacto del investigador7. 5. La importación de un modelo o sistema de investigación y no el desarrollo de uno propio. 6. La dificultad de los investigadores para acceder a la publicación de sus trabajos. Y, 7. Los rankings7.

Lo anterior no quiere decir que no haya nada que hacer, por el contrario, existe una gran cantidad de profesionales comprometidos con el mejoramiento de la vida de las personas, lo cual los motiva a la investigación aunque ello implique ir contra la marea. En el área de la investigación en salud en Colombia, se encuentra sistemáticamente que, por ejemplo, existe dificultad para publicar investigaciones locales en revistas nacionales de mayor prestigio (porque ninguna tiene alto impacto). Sin embargo, cuando esos mismos productos son enviados fuera del país, son recibidos y valorados positivamente y publicados en revistas "Top" internacionales.

Por esto surgen algunas preguntas para continuar la reflexión: ¿Será que en Colombia las revistas de salud, catalogadas por Colciencias en los más altos niveles, solo publican los trabajos de investigadores considerados de alto nivel? ¿Será que la investigación en salud en Colombia está más enfocada en aportar datos que permitan, en algunos casos, diagnosticar la enfermedad o atenderla, mientras que se observa que en otros países la tendencia es identificar con claridad todos aquellos aspectos que pueden determinar el proceso salud-enfermedad, para prevenir la enfermedad, o para promover la salud? ¿Qué importancia le dan y qué consulta hacen los investigadores, empresarios, políticos, etc. en Colombia sobre los aportes realizados por las investigaciones realizadas desde las regiones? ¿Cuándo serán aceptadas todas las múltiples formas de investigación en salud existentes para que sean consideradas por las revistas y la comunidad científica como importantes? ¿Será que en Colombia existe discriminación entre investigadores y grupos de investigación?

Referencias bibliográficas

1. Martínez-Palomo A. La Comisión Internacional de Investigación en Salud. Salud Pública Méx. 1991; 33(4):399-409

2. Norero C, Toro C, Contreras J. Ética e Investigación Científica en la Sociedad Globalizada. Rev. Chil. Pediatr. 2009; 80(4): 305-307.

3. Salazar- Ceballos A. La responsabilidad social de la ciencia desde las universidades colombianas (Editorial). 2011; 8(1): 7-8.

4. Lewin JE. Hay plata para investigación científica, pero no se sabe cómo gastarla. La silla vacía. 2012. [Sitio en internet]. Disponible en: http://lasillavacia.com/historia/hay-plata-para-investigacion-cientificapero-no-se-sabe-como-gastarla-32206. Consultado en junio de 2014.

5. Uribe S. Investigación, brecha entre desarrollo y periferia. Unimedios. UN Periódico. Apr. 13 de 2013. [Sitio en internet]. Disponible en: http://www.unperiodico.unal.edu.co/dper/article/investigacionbrecha-entre-desarrollo-y-periferia.html. Consultado en junio de 2014.

6. Orozco LE. La Ley de Ciencia y Tecnología, una nueva ilusión. [Sitio en internet] Disponible en: http://www.universidad.edu.co/index.php?option=com_content&view=article&id=654:la-ley-de-ciencia-ytecnologia-una-nueva-ilusion&catid=36:ensayosacadcos&Itemid=81. Consultado en junio de 2014.

7. Bonilla ME. Al oído de la academia. El Espectador. 22 Dic. 2013. [Columna en Internet]. Disponible en: http://www.elespectador.com/opinion/al-oido-deacademia-columna-465638. Consultado en junio de 2014.