Abstract
Sacudo mis sueños y me los calzo en un par de abarcas que nunca me abandonan: las cuerdas de mis abarcas son de cuero de vaca vieja, casi siempre, porque es más duro. Algunas veces de chivo. El cuero de chivo es más suave y fino, por eso los tambores de cuero de chivo suenan y se dejan tocar mejor. Raramente mis abarcas son tejidas en hilo o nylon, los mismos materiales con que mamá hace mis mochilas, sin olvidar la tersa lana.Downloads
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